En respuesta a las preocupantes cifras de participación de mujeres que mostraban los sectores de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró, desde el 2016, que el 11 de febrero se conmemorara el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de visualizar y eliminar la brecha de género en estas áreas a nivel mundial.

Lo cierto es que, a pesar de que se ha ido avanzando en los últimos años, los índices de participación de mujeres en la Ciencia y la Tecnología sigue siendo baja. En Chile, por ejemplo, la Industria de las Tecnologías de la Información (TI) tiene una subrepresentación de sólo el 5% de mujeres, según cifras de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información (ACTI).

Carolina Zerega, gerente de Comunicaciones y Marketing de Rayen Salud, empresa chilena de Informática Sanitaria que se ha destacado por promover la participación de mujeres en su organización, señaló que “para aumentar las cifras, requerimos actuar conjuntamente todos los actores y actrices de las industrias de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, impulsando no sólo medidas concretas y palpables para que más mujeres decidan incorporarse a estas disciplinas y puedan hacer carrera en ellas, sino también, visibilizar a aquellas mujeres que han tenido éxito, mostrando sus logros y desempeños, para incentivar que otras mujeres quieran replicar este camino”.

“Sin duda, esto debe ir acompañado de cambios en muchos aspectos culturales, que promueven la construcción de estereotipos de género. Debemos ocuparnos de eliminarlos en las familias, escuelas y, por supuesto, en las organizaciones. Una práctica concreta para lograrlo es, por ejemplo, generar encuentros dirigidos a las hijas de nuestros colaboradores y colaboradoras, para hablar abiertamente de Ciencia y Tecnología, y de su impacto en la sociedad”, agregó la profesional.

Por otro lado, Zerega explica que el accionar en beneficio de reducir las brechas de género “también requiere que revisemos detenidamente el modelo de educación que queremos para el país y la participación que tendrán las carreras STEM en él. Hoy es indispensable que acerquemos y promovamos la Ciencia y la Tecnología desde etapas tempranas de nuestros niños y niñas, presentándoles, por ejemplo, los lenguajes de programación y la robótica, como parte de su desarrollo cognitivo, para que vean estas disciplinas como opciones de vida”.

Rayen Salud ha implementado, desde hace algunos años, medidas concretas para aumentar la participación de mujeres en su organización y eliminar las brechas de género, a través de buenas prácticas en sus procesos de selección y capacitación continua, como también, alianzas con organizaciones sin fines de lucro que promueven este proceso, lo que ha permitido que hoy cuenten con el 40% de su dotación y el 50% de su directorio compuestos por mujeres.

“Sabemos que esta es una tarea permanente y que aún no alcanzamos la representación necesaria en nuestra organización. Existe un amplio consenso de que la Industria TI requiere mayor presencia de mujeres y estamos accionando para que ello suceda, tanto dentro de Rayen Salud, como en todas las instancias de representación que podamos en el sector”, explicó Zerega, que forma parte desde el año pasado de la Mesa Mujeres de ACTI, con el objetivo de impulsar acciones conjuntas desde la Industria TI y motivar que otras organizaciones se sumen a este propósito.

A través de esta mesa de trabajo gremial, ya son varias las empresas de tecnología que han asumido el compromiso de accionar con medidas concretas para aumentar la representación de mujeres en el sector. Para la representante de Rayen Salud, son variadas las medidas que se pueden ir implementando: “invertir en programas de capacitación, procurar la paridad de género en los espacios de decisión, exigir mujeres en las ternas de selección y, por supuesto, sensibilizar a las organizaciones sobre esta necesidad, además de visibilizar cualquier avance obtenido, por pequeño que parezca, puesto que esto va construyendo la cultura”.  

Finalmente, la profesional concluye: “Hacemos un llamado a la Industria TI y al sector STEM en general a definir nuevos estándares en materia de participación de mujeres, no sólo para atender la preocupante brecha de género que mantenemos en el sector, sino también por los beneficios que trae consigo esta práctica en la diversidad de los equipos de trabajo y su consecuente impacto en el producto o servicio final que entregamos a la comunidad”.